Con dos goles de Messi, Barcelona vapuleó al Athletic de Bilbao y se consagró campeón de la Copa del Rey.

Barcelona sumó su trigésimo primer título de Copa del Rey al imponerse por 4-0 en la final, disputada en el estadio sevillano de La Cartuja, a un Athletic que aguantó solo una hora.
Después de una primera mitad de dominio sin acierto, que desde el minuto 7 ya había avisado, con un remate de De Jong al palo, el Barcelona buscaba abrir el marcador, pero no se tenía esa profundidad. El equipo vizcaíno a los once minutos dio el susto de rigor con una jugada a balón parado a cuyo centro no llegó a rematar en condiciones Íñigo Martínez que por milímetros paso por el poste derecho.
La primera mitad acabó sin goles, pero con un dominio, casi, avasallador del Barça, con un control de balón superior al 80 por ciento y un control de la situación absoluto frente a un Athletic que solo volvería a avisar otra vez, ya cerca del descanso, en un centro sin más peligro de Iñaki Williams.
El segundo tiempo los de Koeman salieron en transformar esa posesión de balón en contundencia y así fue, sobre los 13, Messi abrió sobre la derecha para De Jong y este mandó el centro para el ingreso goleador de Antoine Griezmann, en posición totalmente lícita para marcar el primero. Solo cuatro minutos iba a tardar para ampliar la cuenta con un cabezazo del propio Frenkie De Jong a centro del lateral izquierdo Jordi Alba.
Dominador de la situación sin discusión alguna, llegó el tanto más esperado: el de Lionel Messi. A los 67, tras una gran acción colectiva y una combinación con De Jong, se metió al área por la derecha y enganchó hacia el medio para definir al segundo palo del arquero. Fue una de las sutilezas a las que suele acostumbrar el rosarino.
Pidiendo a gritos el final, el Athletic ya era un juguete roto a manos de un Barça desatado y que le dio otra estocada poco después, a manos del MVP del partido, Lionel Andrés Messi que cinco minutos después apareció por el centro del área y definió al gol luego de un centro atrás de Jordi Alba. Aunque aún quedaban casi 20 minutos por jugarse, el partido ya estaba cerrado y solo esperar el pitido final del árbitro y así coronarse campeón de la Copa del Rey.
Ahora el Barcelona se enfocará en intentar quedarse con el título de la Liga de España. A falta de ocho fechas para el cierre de la competencia, el equipo de Koeman se ubica en la tercera colocación, con 65 puntos. El líder del torneo es el Atlético Madrid, con 67, seguido del Real, con 66.





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