El Athletic Club firmó una noche para el recuerdo en San Mamés al remontar un partido que se le había puesto cuesta arriba ante un Rayo Vallecano valiente y competitivo. Los goles de Sancet, por partida doble, y de Nico Williams no solo sellaron una victoria por 3-1, sino que permitieron al conjunto bilbaíno alcanzar una cifra histórica: su gol número 5.000 en la historia de LaLiga.
UN RAYO CON GANAS
El choque arrancó con un Rayo desatado, presionando alto y generando peligro desde los primeros compases. Pedro Díaz avisó con un disparo seco que rozó el poste, y poco después gozaron de otra ocasión pero quedó anulada por fuera de juego de Álvaro García. Los vallecanos mostraban una actitud valiente y agresiva, incomodando al Athletic en la salida de balón.
Con el paso de los minutos, los de Valverde intentaron frenar el ímpetu rayista pausando el juego y buscando controlar el balón, aunque sin demasiada profundidad. Djaló fue el primero en ver tarjeta amarilla tras una entrada a Gumbau, y el partido, aunque trabado, ofrecía alternativas para ambos conjuntos.

La polémica llegó en el minuto 39, cuando el VAR llamó al colegiado Cordero Vega para revisar un posible penalti por un golpe de Vivian a Álvaro García. Tras consultar el monitor, el árbitro decretó la pena máxima. Pedro Díaz falló desde los once metros, pero el rechace cayó a Pathé Ciss, que no perdonó para adelantar al Rayo. El golpe fue duro para los locales, que pidieron el descanso a gritos. Berenguer tuvo la última antes del intermedio, pero Aridane rechazó su disparo con firmeza.
LOS LEONES NO SE RINDIERON
La charla de Valverde en vestuarios surtió efecto inmediato. El técnico movió ficha con la entrada de Sancet y Maroán, cambios que resultaron decisivos. El Athletic mostró otra cara, mucho más vertical, con Sancet dejando detalles técnicos y Berenguer ganando metros por la banda. La presión alta funcionaba y los leones empezaban a asediar a los rayistas.
Una vez más, el VAR volvió a ser protagonista. El Pacha Espino cometió penalti al derribar a Maroán dentro del área, sin que el balón estuviera en disputa. El árbitro, tras revisar las imágenes, señaló el punto fatídico. Esta vez Sancet asumió la responsabilidad y transformó el penalti con sangre fría para igualar el marcador.
Con el empate, el Athletic se vino arriba. Valverde no se conformó y mandó al campo a Iñaki Williams y Ruiz de Galarreta, en busca de más dinamismo. Por su parte, Íñigo Pérez respondió dando entrada a Unai López y Óscar Valentín para reforzar el centro del campo.
Nico y Sancet sellan la remontada
La remontada se cocinaba a fuego intenso. El Rayo apenas podía salir de su área y las pérdidas eran constantes ante la presión bilbaína. En medio de ese dominio, emergió la figura de Nico Williams. El extremo, que acababa de ingresar al campo, recibió dentro del área escorado, se perfiló hacia el centro y sacó un latigazo con la diestra al segundo palo. Golazo y locura en San Mamés.

Apenas unos minutos después, y ya en el tiempo añadido, Sancet culminó su noche perfecta. Recibió fuera del área y, sin apenas oposición, soltó un disparo seco, ajustado al poste, inalcanzable para Stole Dimitrievski. Era el tercer gol rojiblanco y, además, el número 5.000 en la historia del Athletic en LaLiga. Una cifra histórica que cerró con broche de oro una remontada épica.
PRÓXIMAMENTE…
A pesar de una primera parte muy mejorable, el Athletic consiguió darle la vuelta al marcador y sacar los tres puntos en casa. Valverde, acertado, dió con la clave en la entrada en escena de sus jugadores en el descanso y ahora están un pasito mas cerca de acreditar su presencia en la Champions la temporada que viene. El Villarreal, con un partido menos, se mantiene al acecho seis puntos por debajo.
En la próxima jornada, los leones visitarán el Santiago Bernabéu para enfrentarse a un Real Madrid en un duelo que promete ser de alto voltaje. Los blancos no contarán con Kylian Mbappé, expulsado con roja directa ante el Alavés esta tarde en Mendizorroza.
El Rayo, por su parte, se marcha de Bilbao con la sensación amarga de haber hecho un buen primer tiempo, pero no haber sabido sostener el resultado. Tras esta derrota, los de Íñigo Pérez caen a la décima posición y ven frenada su pelea por Europa. El sábado 19 de abril recibirán al Valencia en Vallecas, en un partido que puede marcar el rumbo de sus aspiraciones.






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