Los pericos ganan con dos goles del delantero en Vigo y mantienen un cómodo colchón de seis puntos. El Celta se aleja un poco más de Europa.


Pocas veces un fichaje de invierno podía sacarte tantas veces las castañas del fuego. Desde su llegada, Roberto Fernández ha sido un oasis para el Espanyol en cuanto a goles se refiere: 5 goles en 12 partidos jugados para el jugador cedido por el Braga, y que cuesta la cifra de 10 millones.

Con su ayuda y la de Joan García (como de costumbre), consiguieron doblegar a un Celta que acumulaba ocho partidos seguidos sin conocer la derrota, alejándoles así de la lucha por Europa. La todavía séptima posición que posee el conjunto de Claudio Giráldez motiva a seguir creyendo en una aventura europea de cara a la temporada que viene. No está todo perdido.

UN CABALLERO DE INVIERNO

Durante el inicio del encuentro, el Celta tuvo ocasiones para ponerse por delante. Fue gracias a Joan García y Romero que esas oportunidades celtistas no fueron más que simples llegadas con peligro. El Espanyol se mantenía muy bien defensivamente.

Las cosas empezaron a tambalearse para los locales tras la lesión de Starfelt antes del primer cuarto de hora de partido, teniendo que entrar Carlos Domínguez en su lugar. Ahí acabó el partido del Celta durante la primera mitad.

Apareció Puado para darle ‘vidilla’ y espectáculo al encuentro. Realizó una linda pared con Romero y le puso en bandeja el gol a Roberto Fernández, dejándolo en un mano a mano con Guaita que el cordobés no erró y mandó al fondo de la red.
Más ocasiones tuvo el Espanyol tras este gol, pero entre Guaita y la desdicha, no vimos ningún gol más hasta la segunda parte.

LA MURALLA PERICA

Salió con ímpetu el Celta. Iago Aspas estuvo a punto de poner de nuevo las tablas en el marcador tras un derechazo desde el balcón del área que hizo volar a Joan García, quien, a mano cambiada, salvó a los pericos de volver a remar.

De forma increíble, Giráldez decidió retirar a Aspas del campo, y este pagó su malestar con un inocente cubo de basura que pasaba por Balaídos, dándole una patada.
Justo en ese momento, Cabrera colgó un balón al área para que Roberto lo peleara, y así lo hizo. Regalo de Carlos Domínguez, que cometió un error imperdonable siendo el último hombre, y que aprovechó Roberto para robarle el balón y batir nuevamente a Guaita. Segundo de los visitantes.

El Celta intentó redimirse en múltiples ocasiones tras el gol, algunas de ellas muy peligrosas, pero entre la mala fortuna y el mejor portero de LaLiga (Joan García), el 0-2 se dio por válido en Balaídos.

Importantísimos tres puntos que consigue el Espanyol en su carrera por la permanencia. Le separan seis puntos de la zona roja, la cual marca Las Palmas con 29 puntos. Tiempo para creer.

El Celta, sin embargo, deja escapar esos puntos en su lucha por competición europea. A la espera de lo que haga el Rayo en San Mamés y el Betis en el Villamarín ante el Villarreal, los de Claudio Giráldez todavía tienen vivas sus opciones clasificatorias. Quedan muchos partidos y muchos puntos por jugar. Aún no hay nada escrito.