Un encuentro con un toque especial, un dulce diferente se saboreaba en la Nova Creu Alta, y es que en una final independiente de la competición que sea, la piel se debe dejar, es innegociable el esfuerzo.

Las dos plantillas arrancaron incómodas sobre el césped, tras las fuertes lluvias previas en las horas de la tarde, el balón no rodaba de la mejor manera. Sin embargo, con el transcurrir de los minutos la situación mejoró rápidamente; el Girona distribuía desde la última línea generando profundidad y el Espanyol apelaba al físico por las bandas, poco a poco la intensidad incrementó y entre idas y vueltas la plantilla Gironi dominó terreno a pasos agigantados, cercando al conjunto «perico» en su área, pero por desgracia, la finalización de los acercamientos no era la indicada.
Antes de iniciarse la segunda parte, Michel introdujo cuatro cambios para darle un nuevo ritmo al encuentro. A pesar de retirar a hombres de experiencia como Yaser Asprilla, Yangel Herrera y Cristhian Stuani, confió en la juventud del equipo para buscar mejores resultados y aspirar a alzarse con la copa. En el bando contrario, Manolo González optó por no variar su once y mantuvo su propuesta de juego vertical, aunque reforzó la intensidad defensiva.
En los primeros minutos, el Girona FC tomó la iniciativa con una presión agresiva, mientras que el RCD Espanyol dominaba la posesión, aunque sin encontrar claridad en el último tercio. La primera llegada peligrosa llegó en el min 50′, cuando Javi Puado probó suerte con un disparo lejano que pasó por encima del larguero. Con el marcador aún inalterado, Manolo González realizó cambios: Pere Milla y Roberto fueron sus apuestas para buscar el deseado tanto.
A medida que avanzaba el reloj, el Espanyol se sentía cada vez más cómodo en el campo. En el min 74′, Edu Expósito conectó un pase con Roberto, pero la defensa rival rechazó con acierto. Poco después, José Salinas puso un centro medido al área y Roberto remató de cabeza, aunque se marchó desviado. En el min 80′, un pase filtrado dejó a Portu con todo a favor, pero su disparo no fue certero. Ya en el min 84′, Roberto volvió a cabecear con peligro, aunque sin encontrar portería.
Sin goles en el marcador, el choque olía a tanda de penaltis. El árbitro añadió dos minutos y el Girona FC siguió apretando en busca de la victoria, con Portu rematando una vez más desde un córner, ante la sólida defensa Blanquiazul. Finalmente, el colegiado señaló el final y todo se decidió desde los doce pasos.
Ficha técnica:
RCD Espanyol: Fortuño, Omar El Hilali (Hinojo, 70’) Calero (Pablo Ramón, 70’), Cabrera (Miguel Rubio, 59’), Carlos Romero (salinas, 70’), Rubén Sánchez (Jofre, 59’) , Pol Lozano (Bauza, 70’), Ramon Terrats (Edu Expósito, 59’), Antoniu Roca (Pere Milla, 59’), Puado (Salazar, 70’)y Kike (Roberto, 59’).
Girona FC: Gazzaniga (Juan Carlos, 46’), Arnau (Gibert, 61’), David López (Antal, 46’), Krejci (Francés, 46’), Papa, Asprilla (Jastin, 46’), Yangel Herrera (Lass, 46’), Solís (Dawda, 61’), Tsygankov (Joel Roca, 46’), Stuani (Miovski, 46’) y Abel Ruiz (Portu, 25’).
Tanda penaltis: Penaltis: 1-0, Dawda; 1-1, Roberto; 2-1, Miovski; 2-2, Expósito; 3-2, Lass; 3-3, Pere Milla; 4-3, Antal; 4-4, Leo Salazar; 5-4, Francés; 5-4, Pablo Ramón (falla).
Árbitro: Gonzalo Romero (comité catalán). TA: Solis (32’), Jastin (73’), Bauza (83′). TR: Cabrera (64’)
Incidencias: Nova Creu Alta (Sabadell). 7.804 espectadores.






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