La plantilla francesa sacó a relucir su casta, remontó y se corono desde los doce pasos.

Cayo la noche y el esférico rodó, dos esquemas y modelos totalmente diferentes pero con presentes brillantes y prometedores lucharon sin tregua.

Los vigentes campeones de la Champions y Europa League chocaron sin guardarse nada. Udine fue testigo fiel de la máxima calidad del fútbol mundial.

Los Spurs iniciaron manifestando una presión adelantada, explotando la velocidad revulsiva desde el medio campo conseguían profundidad y metros preciados. El PSG con serenidad apostaba por tocar en corto, desmarques y centrarse en conseguir el dominio, la calidad en el eje conductor era superior y esto poco a poco se reflejaba, Vitinha y Doué asociándose quebraban con facilidad muros rivales, pero la interpretación en el último cuarto de cancha era errónea. De menos a más Tottenham fue carburando y engranando piezas, sobre la media hora la maquinaria aumentó potencialmente el nivel aprovechando espacios, hasta que tras una réplica de remates el neerlandés Micky Van de Ven rompió la paridad e instauró júbilo en las gradas.

La segunda mitad fue explosiva y frenética para todos, la clave Pedro Porro – Cuti Romero daría resultados positivos. Sobre el minuto cincuenta, el talentoso defensa español habilita categóricamente al capitán, que de un testarazo amplia la diferencia en el luminoso. Los parisinos descolocados por el resultado no les quedó otra opción que reaccionar sin cuestionar, Luis Enrique sacudió el banquillo impulsando la ofensiva y con la entrada de Kang-in Lee la distancia prontamente se recortaría, el surcoreano descontó de un latigazo. Pero esto no se detendría aca, el estratega español una vez más acertaría inteligentemente en los cambios, y es que el recién ingresado Gonçalo Ramos como si fuese bajado del cielo convertiría en la adición forzando directamente la resolución por penales.

Bajo el larguero el guardameta Chevalier tenía todos los focos puestos, a lo que respondió inmejorablemente frenando el disparo de Van de Ven y el tiro fuera de Tel terminó sellando un nuevo titulo para el PSG.