La ciudad de Barcelona se vistió de blanco y azul para celebrar los 125 años del Real Club Deportivo Espanyol, una de las instituciones más emblemáticas del fútbol español. La gala, celebrada en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona, tuvo lugar precisamente en el sitio donde, el 28 de octubre de 1900, un grupo de estudiantes liderados por Ángel Rodríguez dio vida a la entonces Sociedad Española de Football.

125 años después, el club regresó a su origen para celebrar una historia marcada por la pasión, la resistencia y la familia, los tres pilares que definen al sentimiento perico.

El regreso a casa

“Somos familia, orgullo y resistencia”, dice la letra del himno conmemorativo Amor Indestructible, compuesto por Jordi Via e interpretado por Cris Juanico para este aniversario. Un mensaje que resumió a la perfección lo que se vivió en el Paraninfo de la UB: emoción, historia y orgullo blanquiazul.

El acto, conducido por Ernest Riveras y Elia Danon, rindió homenaje al legado del Espanyol desde su fundación hasta su presente más ilusionante. Hubo referencias al artículo original de Los Deportes de 1900 la primera mención periodística al club y a los grandes hitos deportivos que han marcado su camino, desde Sarrià hasta Cornellà, pasando por finales de Copa, noches europeas y el eterno recuerdo de Dani Jarque.

Una familia de generaciones

El Espanyol congregó a toda su familia: jugadores, jugadoras, técnicos, leyendas, dirigentes, instituciones y socios históricos. En el escenario estuvieron los cuatro capitanes del primer equipo masculino Leandro Cabrera, Pol Lozano, Javi Puado y Edu Expósito junto a las capitanas del femenino y representantes de todas las categorías de la cantera.

También subieron al estrado mitos del club como Thomas N’Kono, Rafa Marañón, Quique de Lucas, Pablo Zabaleta, Joan Capdevila o John Lauridsen, que compartieron recuerdos y emoción. Entre ellos, un Javi Puado aún en recuperación por su lesión de rodilla, que pronunció una frase que resumió el espíritu de la jornada:

“El Espanyol es una familia que hoy cumple 125 años de amor, pasión e historia. Y esperemos que sean muchos más”.

Uno de los momentos más emotivos llegó con la aparición de Dani Ballart, histórico campeón de waterpolo y ferviente perico, quien invitó al escenario al socio número 1 del club, Enrique, y a María Pilar, la primera mujer socia. Como no podía ser de otra manera, el Paraninfo se levantó en el minuto 21 para recordar al eterno capitán Dani Jarque, en un aplauso unánime que paralizó la gala.

Autoridades y homenaje institucional

El evento contó con una destacada representación institucional. Entre los asistentes figuraban el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, el presidente del Parlament, Josep Rull, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes, además de los vicepresidentes del FC Barcelona, Rafa Yuste y Elena Fort, y el director de relaciones institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño.

El rector de la Universidad de Barcelona, Joan Guardia, abrió el acto dando la bienvenida a la familia perica “a la casa donde todo empezó”. El alcalde Collboni, por su parte, destacó el papel del club como parte inseparable de la identidad de la ciudad:

“Barcelona necesita ese sentimiento que aporta el Espanyol para hacerla más grande y más diversa. La relación entre la ciudad y el club es de amor y de reconocimiento”.

Alan Pace: “Hablar poco, trabajar mucho”

El nuevo presidente y propietario del Espanyol, Alan Pace, fue uno de los protagonistas de la noche. Cercano y emocionado, agradeció la oportunidad de liderar al club en una fecha tan simbólica:

“Me siento muy orgulloso de poder estar aquí. Este club significa muchísimo para esta comunidad. Ser parte de esto no se puede explicar con palabras… Estoy muy feliz”.

Pace añadió que su compromiso es total:

“Es una gran responsabilidad ser el presidente en un año tan especial. Trabajaremos para seguir haciendo crecer al Espanyol y devolver a esta afición todo lo que nos da. Gracias a todos los que durante tantos años han hecho grande a este club, y también a los que ya no están, pero siguen presentes en nuestra historia”.

Junto a él, también estuvieron los expresidentes Daniel Sánchez Llibre y Joan Collet, testigos de un acto que marcó un antes y un después en la historia moderna de la entidad.

Orgullo, pasado y futuro

El cierre de la gala estuvo protagonizado por la cantera, con la intervención de Quim Pujol, jugador del Infantil A que ese mismo día cumplía 13 años:

“Cada vez que nos ponemos esta camiseta sentimos que formamos parte de algo muy grande. No se trata solo de ganar, sino de no rendirse nunca”.

La jornada concluyó con la interpretación en directo del himno Amor Indestructible y la iluminación blanquiazul de la Torre Glòries, que puso el broche final a una celebración histórica.

125 años después de su nacimiento, el Espanyol volvió al lugar donde todo empezó, más vivo, más unido y más orgulloso que nunca.
Porque el Espanyol no es un club más. Es una familia, un sentimiento y una forma de resistencia.